Indifference es una canción
que aparece en el disco Versus publicado en 1993. Se caracteriza por su sonido
suave y melancólico, un poco oscuro y desesperanzador. La letra nos presenta a
un hablante con un estado de ánimo deprimente, el cual no espera nada de la
vida misma y que a la vez no hace nada
por cambiar su situación.
La canción comienza
mostrando este sentimiento desolador diciendo que encenderá un fosforo en la
mañana para no sentirse solo y que verá como ella pronto se apaga. También señala
que permanecerá con los brazos abiertos, fingiendo ser libre por ahí y que se abrirá
camino en un día más en el infierno. Qué tanta diferencia hace eso, se pregunta
al final.
En la segunda parte de
la canción continúa diciendo que sostendrá la vela hasta que se queme su brazo,
que seguirá recibiendo golpes hasta que se cansen, que mirara fijamente la
puesta de sol hasta que sus ojos se cieguen, que no cambiara su dirección ni su
pensamiento. Que tanta diferencia hace eso, se pregunta nuevamente.
Por último, en la parte
final el hablante señala que tragara veneno hasta hacerse inmune y que gritara
hasta que sus pulmones llenen la habitación. Finalmente se vuelve a preguntar qué
tanta diferencia hace eso.
Podemos ver en esta
letra a un hablante con un sentimiento negativo de su vida, se siente solo,
deprimido, preso por su propia voluntad, sintiendo que la vida no merece ser
vivida, que la vida es una infierno para él. Es una forma de ver la vida nada
optimista y que a pesar de que en su realidad no haya nada positivo, el no hará
nada por cambiarlo, porque siente que ya no hay nada por hacer.
Por lo tanto, vemos a alguien
que se siente limitado por lo que le tocó vivir, que es indiferente a lo que le
sucede, que no tiene nada de voluntad para cambiar su rumbo. Piensa que lo
mejor es seguir ahí atascado y deprimido, ya que por más que haga nada hace la diferencia y la vida continua igual.
En conclusión, esta
letra nos muestra la insatisfacción por la vida, un estado de ánimo negativo y
deprimente, un negarse ver más allá, un sentirse completamente atado a la
realidad que se vive y no tener la
voluntad suficiente de hacer un cambio real.