SOLAT es una canción
que aparece en el soundtrack de la película Singles dirigida por Cameron Crowe,
amigo personal de Vedder, la cual fue estrenada en 1992. Esta película que nos
presenta y describe el movimiento Grunge, en cuanto a su estética y forma de
vida, propio de la denominada Generacion X, nos interioriza en las relaciones de
amistad y amorosas de seis jóvenes adultos de Seattle.
La canción en sí nos
habla de esto, de la amistad, de las relaciones amorosas, de la confianza, de mantenernos
fiel a nuestras ideas. Es una letra escrita especialmente para esta película,
por lo tanto, nos muestra un poco lo que logra percibir Vedder de ésta.
Es, por lo tanto, una canción
que representa el sentir de esa generación de los 90s, su pensar y actuar. Los
problemas que como jóvenes sufren, que buscan un amor perdido, que sufren desilusiones
amorosas, que se mantienen en la amistad imperecedera.
“(…) Algo que duele, dolorosamente
rápido, se susurran promesas en la era de la oscuridad, quiere ser iluminada,
tanto como yo al final (…)” nos canta Vedder, mostrándonos esa juventud
adolorida, que busca algo en que confiar y creer en tanta nebulosidad.
También nos habla de la
individualidad, de mantenerse fiel a sí mismo, a sus ideas y sentimientos. “Y
escucho la voz de mi consciencia, nada, esta la hare yo mismo” dice Vedder en
varias partes de la canción, como teniendo certeza y confianza en su propio
actuar y pensar.
“el gatillo se mueve,
dirigido directamente a mi cabeza ¿No me ayudaras? Ayúdame de mí mismo” señala al final, recordándonos esa delgada línea
con la muerte, con el suicidio, que también simboliza a esta generación, pidiendo ayuda a la vez para salvarse de sí mismo, de su mente, de sus
ideas, de sus sentires.
Entonces, podemos ver en esta letra una representación de esa generación pérdida de los 90s, de esa que nos muestra Singles, de esa que se habla en el libro Generación X de Douglas Coupland, una generación adolorida, individualista, hedonista, escéptica un tanto, pero que en el fondo sigue creyendo en ese estado de amor y confianza que nos expresa Vedder.