Leash es una canción que aparece en el disco Versus publicado en 1993. Es una canción con una letra directa y con un mensaje destinado a su público mayoritariamente joven de esa época (inicio de los noventas). Si bien la canción aparece en Versus, esta es una de las más antiguas de la banda ya que la tocaban en sus comienzos en 1991.
La letra comienza
señalando una unión: “almas aproblemadas únanse”, el hablante pide que se unan
todos, que se tienen unos a otros esta noche, que él es combustible, que son
todos amigos, que tenemos una forma de reparar todo esto, que él está perdido,
que no es un guía, pero estoy a tu lado, afirma.
En la segunda parte de
la canción el hablante nos dice que fue idea de ellos, que probó ser un hombre,
que tomó su maldita mano, que fue idea ellos, yo probé ser un hombre. También
dice que quisiera encontrar una casa dentro de sí, encontraremos la forma,
encontraremos nuestro lugar, señala.
En el coro repite
varias veces: suelta la correa, quita tu maldita cara. Suelta la correa, somos jóvenes.
Suelta la correa, disfruta en nuestra juventud.
Esta es para mí una canción
generacional. Tiene mucho que ver con los noventas, cuando la banda se formo. Nos
muestra un llamado a la unión, de que los jóvenes se unan y le hagan frente al mundo de los adultos. Mucho
de los problemas que tienen son cosas que traen de ellos, por eso también el emplazado
a reparar algo.
La unión parte de la
amistad, de tener la energía suficiente para cambiar las cosas. Es la rebelión
juvenil, que no importa si estas dañado o perdido, tienes la fuerza suficiente para
afrontar cualquier problema de manera unida, junto a tus amigos.
También nos habla desde
una perspectiva existencial, y ya no
solo generacional, yo probé ser un hombre, dice como intentando serlo. Qué
significa ser un hombre, cómo es un verdadero hombre, preguntas que nos deja esta cita.
El hogar, la casa, otro
tema que se aprecia en esta letra. La importancia de encontrar el lugar propio,
donde te sientas protegido y donde puedas ser autentico. Además, encontrar ese
hogar no solo afuera, sino adentro de uno mismo, sintiéndonos como en casa, sin
problemas, acogidos y protegidos dentro de uno.
Y la rabia, esa rabia
propia de los jóvenes, esa rabia contra todo el sistema y contra los adultos también.
Suelta la correa, dice, como exhortándonos a dejar de lado todo lo que nos
amarra a la sociedad; el gobierno, la educación, los padres, etc. Suelta o libérate
de todo eso que te mantiene mal y no te deja ser. Por último, recordar que somos jóvenes, que es
el momento de la rebelión juvenil, de liberarse de todo, de ser auténtico, de
disfrutar la juventud, unidos todos como amigos.